LA PRÁCTICA
Una manera tangible de asumir la totalidad de tu vida como un camino de práctica
ZEN SIN FRONTERAS ES UNA COMUNIDAD GLOBAL DE PRÁCTICA DEL ZEN comprometida en un camino de transformación personal positiva. En Zen Sin Fronteras fomentamos un fuerte sentido de reflexión, acción, conexión y pertenencia basados en la profunda sabiduría y radical compasión de las enseñanzas budistas.
Formar parte activa de la Comunidad de Zen Sin Fronteras ofrece al practicante una forma tangible de asumir la totalidad de su vida como un camino de Práctica, comprendiendo que todos los aspectos de nuestro ser son vitales para nuestra transformación personal positiva.
Convertirse en un miembro formal de la comunidad de práctica es un proceso que ayuda a hacer consciente nuestra motivación espiritual. El propósito es ayudarnos a clarificar la práctica del Budismo Zen como una parte central y completamente integrada a nuestra vida, poniéndonos en contacto con las aspiraciones más profundas y fundamentales de lo que queremos que sea nuestro camino de transformación.
ASPECTOS DE LA PRÁCTICA EN ZEN SIN FRONTERAS
ZAZEN
«Estudiar el Zen, es Zazen. Zazen es la esencia del budismo, y el corazón latiente del budismo se encuentra en el acto mismo del Zazen.»
Eihei Dōgen Zenji
Dogen Zenji nació en el año 1200, y fue el fundador de la escuela Sōtō del Zen, a la que pertenecemos quienes practicamos en Zen Sin Fronteras. Dogen también enseñó que la práctica de Zazen no es solo sentarse, sino descubrir que todas nuestras actividades de la vida diaria tienen el mismo valor que Zazen, y por lo tanto realizarlas como práctica Zen.
Más que una simple técnica de meditación, el Zazen nos conecta con una poderosa capacidad de autoindagación. A través de Zazen, nos damos cuenta de la unidad del ser con todas las cosas, lo que en sí mismo posee un ilimitado potencial de transformación en nuestras vidas y las de los demás.
SANGHA
Compartiendo la vía del Buda.
El grupo de personas que son parte de una comunidad de práctica (tengan o no cercanía geográfica) es conocido en el budismo como la «Sangha». La práctica del Zen en compañía nos permite crecer en comprensión, compromiso y compasión. El soporte mutuo y la colaboración sincera y abierta hace de la Sangha un espacio de desarrollo personal fundamental en nuestra práctica.
La Sangha no es un simple concepto, es más bien un verbo, una tarea, una práctica activa. Es por esto que en una comunidad de practicantes Zen la Sangha es algo más que la suma de las partes que la componen. La comunidad de práctica, sin embargo, no es un lugar donde esconderse para evitar responsabilidades. La Sangha es un espacio de práctica para la transformación y sanación de el ser y la sociedad.
ENSEÑANZAS
Estudiar la vía del Buda es estudiarse a sí mismo.
Las enseñanzas en sus aspectos orales, escritos y experienciales expresan diferentes maneras en las que aprendes en tu Práctica. Desde el punto de vista formal se refiere, entre otras, al estudio de textos budistas (sutras) y de autores y maestros del Budismo y el Zen tanto históricos como contemporáneos, el tomar cursos y lecciones sobre diversos temas referidos a la Práctica, así como oír las Palabras del Dharma (Teisho) de un maestro Zen. Estas y otras son las maneras que profundizas tu Práctica al tomar contacto con las enseñanzas.
El Dharma (enseñanzas) ha de ser recibido con «Mente de Principiante»: una mente abierta, sin juicio, sin ideas preconcebidas o posturas determinadas. Simplemente acceder a la enseñanza con un corazón generoso y genuina curiosidad.
ACCIÓN
Profunda sabiduría y radical compasión.
La acción correcta en nuestra vida surge de la sabiduría y compasión que emerge del compromiso con nuestra Práctica. Vivir de manera que sea conducente al cese del sufrimiento en lugar de generar mayor dificultad para nosotros, los demás, y el planeta es uno de los aspectos más importantes en nuestro camino de transformación personal. Día a día y en profunda sincronía con nuestro camino comprendemos la acción correcta como una manera clara de no hacer daño a los demás y cultivar la integridad en nosotros mismos.
FORMAS
Surgir en sincronía.
Las formas, las ceremonias y el ritual pueden ser uno de los aspectos más intrigantes y desafiantes de la práctica del Zen. Para muchos, la liturgia es inseparable del culto a una deidad. Sin embargo, debido a que la liturgia Zen no se basa en la creencia en un ser supremo, requiere que nos acerquemos a ella con un deseo genuino de comprender aquello que se expresa y revela profundamente a través de esta forma de ritual. Ni culto ni oración, las formas, las ceremonias y liturgia en Zen Sin Fronteras son la articulación de los aspectos más íntimos de la vida humana en relación a la existencia de todos los seres.
PRACTICAR EN COMUNIDAD
Formar parte de la comunidad de Zen Sin Fronteras es posible más allá del lugar geográfico donde te encuentres o las ocupaciones y situaciones de vida de tu momento presente.